sábado, 20 de agosto de 2011

CUANDO LA RADIO DERROTA AL CELULAR

El Mensajero Musical de Radio Ñuble, programa que mantiene su éxito a pesar de las nuevas tecnologías de comunicación

Música mexicana, saludos, mensajes amorosos y mucho más son el imán de un espacio con más de 40 años de vida en la emisora.

Mientras las comunicaciones avanzan a pasos agigantados e Internet y la telefonía celular invaden hasta el último rincón del país, hay un espacio radial en Chillán que con 40 años de historia marca su territorio. Es "El Mensajero Musical de Radio Ñuble", programa que con frases como "se le comunica a la señora María que venga a buscar a su nieta al camino, porque lleva dos docenas de huevos" o "Pedro le pide a su hermano José que lo vaya a esperar en una orilla del puente, porque va muy cargado con las garrafas para la muerte de chancho", está en la historia de la radiodifusión chillanense.

El programa se emite de lunes a sábado, de 19 a 21 horas, y la música ranchera, ranking, avisos, comunicados, saludos, defunciones y datos de carreras a la chilena son el caldo de cultivo que hacen de esta emisión una de las más importantes y clásicas de Ñuble, conectando a toda la provincia con la "sintonía grande", como dice su eslogan.

En las oficinas, ubicadas en la galería que lleva el mismo nombre de la emisora en 5 de Abril 655, el radiocontrolador Andrés Garrido, quien está desde los inicios del "Mensajero Musical", recuerda que antes los ritmos mexicanos no formaban parte de la parrilla de la estación, pero que de la noche a la mañana ellos pasaron a ser la piedra angular de la radio, que nació en 1936. Los inicios de este programa fueron por una casualidad. "Una vez pusimos un long play que en esos años venían variados y el jefe de la radio, Hernán Vaccaro, escuchó que era una música distinta y le gustó, así que dijo que la dejáramos nada más y desde ahí nunca más lo hemos cambiado", rememora Garrido.

En la lista de conductores el programa registra los nombres de Manuel Lagos, Armando Péndola, quien estuvo en sus micrófonos por cerca de 25 años, Mario Montolivo, Patricio Rosas, Carlos Soto y últimamente Guillermo "Memo" Andrade, quien está al mando del "Mensajero Musical" hace cinco años y que destaca que a pesar del tiempo y de las nueva posibilidades de comunicación, el programa se conserva porque tiene una mística especial.

"Yo creo que esto se mantiene porque la Radio Ñuble y El Mensajero Musical en así, forma parte de la idiosincrasia de la gente de Chillán. No creo que no exista nadie acá que no haya escuchado la Radio Ñuble alguna vez y todas las marcas que son reconocidas por la gente pasan a ser masivas. Las personas han escuchado la radio de generación en generación y hay gente que dice que hemos perdido público con el paso de los años, pero yo creo que es todo lo contrario, el público se ha ido renovando", destaca.

Las palabras de Guillermo Andrade son corroboradas por Andrés Garrido, aunque agrega un elemento extra. "Esto se mantiene por el cariño de la gente, porque aquí hay una generación que quedó marcada con el nombre de la radio y del programa. Este es un espacio de servicio a la comunidad y antiguamente había mucho menos comunicación, no como ahora, pero por eso este programa se ha mantenido en el tiempo, porque era la oportunidad de comunicación que tenían en el campo", dice.

"Las 21 comunas que forman nuestra provincia se enlazan para dar inicio al Mensajero Musical", es la frase con que cada tarde parte el programa, que aunque se diga que está dirigido a la gente de campo, su objetivo es absolutamente transversal. "La gente dice que el Mensajero Musical está dirigido a la gente del campo y yo digo que no. La mayor cantidad de personas que llaman para el ranking, cerca del 60 por ciento, son de Chillán", detalla el conductor, quien se da el tiempo para bromear con los auditores, con los que a veces forma un grado de amistad.

"La gente viene a conocernos y cuando me ven yo les digo disculpe lo poco. También nos traen regalos, que nosotros no pedimos, pero que los aceptamos con mucho cariño y humildad", deja en claro.

EL ENCANTO DEL MENSAJERO

El programa incluye música, saludos y compañía, hasta ahí factores tradicionales en muchos espacios radiales que existen en Chillán y en todo el país. Sin embargo su magia radica en que tal como lo indica su nombre, el mensaje que esperan los auditores produce una cercanía y familiaridad que pocos logran y que mucho menos consolidan.

En tiempos en que la comunicación era escasa, el "Mensajero Musical" se encargó de ser el portavoz de quienes enviaban sacos de papas, gallinas, harina y cientos de encargos de Chillán a los campos de Ñuble. "Partió con media hora y fue tanto el éxito que se extendió media hora más y ahora ya tenemos un espacio bien largo y ha tenido siempre el carácter de comunicación directa entre diferentes partes. En un principio era más que nada gente del campo, al igual que las enfermeras que venían de la Cruz Roja a dejar mensajes para las familias de los enfermos que estaban en el hospital", rememora Andrés Garrido.

Pero todos los mensajes no son lo que parecen. Muchos de ellos guardan un significado oculto. "A veces la gente escribía que había que proceder, que todo estaba bien y que el enfermo se estaba recuperando, pero se referían a que había muerte de chancho y que no querían que llegaran a pegarles en la pera", cuenta Garrido.

De los mensajes a los enfermos, de las encomiendas y de las habituales carreras a la chilena, los recados han mutado a la búsqueda de parejas, datos que recibe la secretaria de la estación, Myriam Ovalle. "Algunas personas se acercan con vergüenza, otras bien tranquilas, la gran mayoría es gente de edad y con pretensiones serias. Muchas son mujeres que buscan un hombre maduro y viudos para formar pareja", revela la recepcionista de los osados pero educados mensajes que se leen al aire.

Tampoco se puede dejar de lado la importancia de la música mexicana, la que todos los días tiene su espacio a través del pedido de la gente y del ranking, donde las ganadoras de cada día se dan cita en una gran final el sábado. "Muchas radios han intentado poner música mexicana, pero ninguna ha podido igualarnos", dice con orgullo "Memo" Andrade, mientras suena incesantemente el teléfono, cuya llamada proviene de Huara, Segunda Región, desde donde Esteban Cárcamo quiere enviarles un saludo a su familia de la Población El Roble y dedicarles la canción "El hijo desobediente" , de Antonio Aguilar.

LAS ANÉCDOTAS

Toda historia está formada por momentos que la hacen diferente y especial y que un caballo haga ingreso a la puerta de la radio fue algo imborrable. "Una persona vino a dejar un caballo que nadie había reclamado. Nosotros pusimos el aviso y nadie vino a buscarlo hasta el otro día. Lo metimos al jardín de la radio y se comió todas las plantas y más encima asomó la cabeza por la ventana del locutorio", narra con una sonrisa en el rostro el locutor del espacio.

"Lo más impactante ocurrió un mediodía de invierno. Llegó una caballero bajito con su bolso y con un niñito que quería ubicar a su hermano y pasamos el aviso. De pronto llega un señor empresario de Chillán y nos dijo que le habían dicho que lo estaban buscando. Lo miré a los ojos y me di cuenta altiro que eran hermanos y miró al otro señor y le dijo tú eres mi hermano. Me acuerdo que lo abrazó y se lo llevó en su auto", cuenta con emoción Andrés.

La anécdota no es más que el reflejo del poder del "Mensajero Musical" que no sólo se niega a morir ante las tecnologías de las comunicaciones, sino que se nutre de la misma. De hecho la gente llama de sus celulares con tal de salir al aire y pedir su ranchera favorita.

Es el Mensajero Musical, un clásico de Chillán que quien diga que no lo ubica es porque no conoce la radio local.

FUENTE: DIARIO CRÓNICA DE CHILLÁN - EMPRESA PERIODÍSTICA EL SUR S.A. - 23 DE MAYO DE 2009.-

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